El tiempo es el peor enemigo del hombre, son declaraciones de algunas personas en diversas partes del mundo. Porque muchos de ellos quieren alargar el día y añoran tener más de 24 horas.
Pues consideran que el tiempo que da Dios es insuficiente, para realizar las diferentes actividades que tienen supuestamente planificadas.
Para el cristiano es muy importante el tiempo.
Ya que ello nos permitirá adecuar el trabajo que tenemos realizar cotidianamente con nuestras vidas. Desde luego mostrando a las demás personas el cambio que Dios está haciendo con nosotros. Las manijas del reloj, a muchas personas manejan sus vidas. Por la manera abrupta que han convertido su pobres vidas sujetadas al beneficio y a una clase social cómoda. Claro no estoy en contra de la prosperidad de esas personas. Es alentador que haya personas que busquen la felicidad y ponen empeño en algo material que en resumen superficial y lamentablemente se están olvidando de algo importante. La comunión que debe existir entre las personas y más aún con la familia. El pilar de toda sociedad, una familia bien constituida es el desarrollo de una comunidad, pueblo y nación. Recuerdo una predica que decía que antes de morir el sucesor de más grande líder de Israel me refiero a Moisés. Josué antes de expirar, dijo que no olviden a Dios y esta promesa. “Mi casa y yo serviremos a Jehová”. Esa oración me hizo sentar y reflexionar, sobre la familia que yo quería tener en un futuro cercano. La proximidad de ese hecho, hizo que incomode mi vivencia en este mundo. Porque a veces dejar que las cosas venga por su propia cuenta, decía yo que era de Dios. Pero no todo bien de él. Comprendí que las cosas tenían que ser planificadas y aprovechar el tiempo para una preparación óptima que ayude a los varones y mujeres a desarrollar su conocimiento y el crecimiento espiritual. Así que estimados hermano solamente nos queda aprovechar el tiempo de manera adecuada para nuestros días sean muy hermosos en Dios.